Experiencias del retrete

Un día estaba yo estudiando hasta hartas horas de la noche.

Con mi botellón de viña maipo y mis cigarros, fumando, pisteando y estudiando. El caso es que me puse bien jarra solo, y tenia el cenicero hasta el tope de colillas, ya saben el estrés.

Termine con mi sesión nocturna de estudio de los quarks swivels, relativismo difracción de luz y un poco de mimética, todo lo que un día hizo fumar mariguana a mi papa.

Total que ya me iba a dormir y pues me di cuenta de las colillas y visualice la cagada de palo de mis papas si veían el cagadero y el cuarto como congal. Pos me levante, tome el cenicero y lo fui a echar al escusado, andaba medio tomadon le baje al retrete y me fui en zigzag de regreso a mi cuarto.

A la mañana siguiente me desperté crudon, así como que perdido en el tiempo muy temprano, fui a hacer del baño (primera cosa que hago todos los días).

Me senté, y empecé el proceso de clonación. Empecé a leer y leer, se me entumieron mis piernas y pues ya me fastidie de estar en la misma posición como por 45 minutos, cuando me levante para echarle un vistazo a mi obra, note que en medio de todo aquello había una colilla de cigarro, pegue un brinquillo sacado de onda, y me asuste.

Me quede pensando, en que momento fue que me trague una colilla, estaba horrorizado, muchas ideas circulaba en mi cabeza.

Sera que de tanto que he fumado ya tengo colillas en el estomago, o quien implanto esto en mi estomago para hacerme una broma pesada.

Le di vueltas y vueltas al asunto hasta que me acorde que una noche había tirado yo las colillas.

E inteligentemente intuí que no se habían ido todas las colillas y que había quedado una ahí, a la deriva en el retrete.

Jóvenes estrés con licor buena combinación.